El pueblo mexicano es conocido a lo largo y ancho del planeta por su peculiar personalidad, entre las que destacan mas aspectos negativos que positivos, como el típico borracho, mujeriego, busca pleitos, y amante de la fiesta; aunque algo que también se nos atribuye es el gran ingenio y creatividad que poseemos, y por supuesto no podía faltar el sentido del humor tan perspicaz que transmitimos. Muy pocos son capaces de negarlo puesto que desde que tenemos uso de memoria están presentes en nuestra vida, la interrogante es ¿De dónde parte esta actitud? ¿Es realmente una actitud tan singular la del mexicano?, y más importante aun: ¿Lo llevamos en nuestra sangre?
L a personalidad del mexicano siempre ha sido interesante, siendo víctima de diversos estudios de gran impacto; el mismo filosofo mexicano Samuel Ramos (Precursor del estudio del mexicano) que tras una búsqueda de respuestas, publico su obra “El perfil del hombre y la cultura en México” es prueba de esto; entre otros autores. En las investigaciones que se han publicado acerca de este tema han convergido en la idea central: La búsqueda de la idiosincrasia tan propia del individuo mexicano.
El pueblo mexicano es una nación que protege aquello que ama o cree, por el simple hecho de una dependencia que se ha propagado con el paso de la historia. En ocasiones sin tener ideas o fundamentos de solidez que nos respalden, por el simple hecho de no mostrar debilidad alguna, desde la típica discusión que tienes con tu madre a sabiendas que ella tiene la razón, hasta algún debate que tienes en la escuela en donde careces de conocimiento especifico del tema. La idea es clara: No mostrar debilidad y siempre tener la razón. ¿No es así?
A partir de la enmienda del hombre mexicano de no mostrar debilidad alguna surge el machismo: Vanidad masculina caracterizada por la sumisión económica, moral y social de la mujer; en gran medida reforzado por las bases de la sociedad que han permanecido a lo largo del tiempo, que muestra a la mujer como un objeto de distracción, diversión y cuya única función es asegurar la continuidad de determinado linaje. El verdadero origen del machismo surge de la propia inseguridad del hombre mexicano para hacerse respetar por los demás.
Se dice que el mexicano jamás muestra su verdadera cara, su verdadera personalidad; para proteger su intimidad ya que no le interesa la ajena. Esto se da por un instinto que llevamos en la sangre denominado desconfianza, de manera general consideramos peligroso a todo lo que representa lo exterior. Esto posee una base por demás verídica, puesto que a lo largo de los años en momentos claves de nuestra historia hemos sido invadidos y explotados por razas que en su momento eran un tanto superiores a nosotros, derramando un sentimiento de susceptibilidad en nuestra sangre.
La conquista es esa parte en la historia del país que se ve marcada por la actitud desolada que mostraron gran parte de las civilizaciones, los dioses nos dieron la espalda al dejar al pueblo ser dominado por extranjeros, que el pueblo en un inicio concebía como el regreso de Quetzalcóatl pero después del desenlace de la batalla comprendieron que estaban solos.
Por otra parte tal como lo citaba Octavio Paz "El Hombre es el único ser que se siente solo y el único que es búsqueda de otro" es decir la soledad. Es una característica muy singular e intima que no es fácil de ver, por contrario, lo es del sentir; constante temor a permanecer aislado de la aprobación de una sociedad. Prueba de esto es la actitud que predomina en nuestra población, una actitud extrovertida, simpática y acogedora ¿Pero sabes el porqué de esta actitud? Su único fin es alejarse de la rectitud y hacer más apacible su vida (Permanecer en un estado de Ocio).
En búsqueda de alejarse de la soledad el mexicano acude a las tradiciones que siempre han permanecido a lo largo de su historia: Las celebraciones y Fiestas populares. El pretexto idóneo es alejarse de la cotidianeidad e interrumpir la marcha del tiempo, durante el festejo es el único momento en donde el mexicano se siente seguro; se burla del estado, de las situaciones de la vida y del mexicano mismo. Para posteriormente volver a su cruda realidad.
La moral del resentido es un término que se le atribuye al filósofo alemán Federico Nietzsche cuya esencia es la inferioridad y resentimiento a una persona o acción que no pudiste lograr. Esta es la característica principal y originaria de las antes mencionadas. Hay una historia popular mexicana que describe exactamente lo antes mencionado:
Se encuentran dos recipientes; en cada uno se encuentran seis cangrejos, el primero de cangrejos provenientes de costas japonesas y el segundo, de cangrejos provenientes de costas mexicanas. El concurso consiste en que todos los cangrejos de cualquiera de los dos recipientes logren salir en el menor tiempo posible. Los cangrejos del primer recipiente trabajan en equipo e idean una estrategia para poder salir, mientras que los cangrejos del segundo recipiente pelean entre ellos para poder salir, y si alguno tiene gran posibilidad de lograrlo los cangrejos restantes por puro resentimiento hacen lo posible para que no pueda salir.
En distintas ocasiones el resentimiento es parte aguas de las conductas que puedes presentar una persona, en este caso del mexicano.
La única verdad es que durante gran parte de nuestra historia estuvimos sometidos. El vivo ejemplo somos nosotros los mestizos, mezcla de sangre española e indígena. No hace falta excavar demasiado la conquista, la independencia, la revolución son marcas imborrables de nuestro pasado. A consecuencia de estos hechos se origina la personalidad que poseemos: Nación aguerrida que protege sus ideales, machista que busca el respeto de los demás violando la libertad personal de la mujer, desconfiado por los acontecimientos que ha vivido durante su historia; lo que deriva en la soledad y en la búsqueda de un refugio para las penas, en donde pueda olvidar su pasado y su futuro, justificando su presente.De pu
David Segovia 6.2 (de puño y letra)
No hay comentarios:
Publicar un comentario