viernes, 29 de abril de 2011

Alejandra Chong Fragoso 6°3

México, un país estancado en sus costumbres y tradiciones.
Una costumbre es una práctica  social arraigada. Generalmente se distingue entre buenas costumbres que son las que cuentan con aprobación social, y las malas costumbres, que son relativamente comunes, pero no cuentan con aprobación social.
Tradición es el conjunto de patrones culturales que una generación hereda de las anteriores y, usualmente por estimarlas valiosas, transmite a las siguientes.
La palabra tradición tiene un sentido particular en los escritos del metafísico francés  René Gueñon. Con ella explica que esta es única para toda la humanidad y se manifiesta de forma superficialmente distinta en los diferentes pueblos y religiones, varando según el contexto, pero manteniendo siempre intacta la parte interior  
Se considera tradicionales a los valores, creencias, costumbres y formas de expresión artística característicos de una comunidad.
México está lleno de costumbres  y tradiciones que hemos adquirido conforme los años pasan y que heredaremos a futuras generaciones.
Aunque a veces varias costumbres las usamos como excusas para divertirnos  y se nos olvida el significado real  de dichas festividades. Como por ejemplo el 16 de septiembre, Día de la Independencia de México. Considero que es una fecha sumamente importante para los mexicanos y es digna de recordar, pero mucha gente solo la celebra y se acuerda de ella porque la toman como un pretexto para salir con los amigos, salir a tomar a algún lado o irse de fiesta, cuando no les interesa ni un poco el hecho de festejar y reflexionar acerca de esta fecha. Y esto no es un problema de algunas personas, todos como país y sociedad siempre buscamos razones y excusas para no hacer nada en días “festivos”, incluso el gobierno forma parte de todo esto.
Pues  sí, el gobierno también es uno de los culpables de que este tipo de situaciones sucedan, porque son los que aprueban que en este tipo de ocasiones no se realicen labores, y no solamente el 16 de septiembre, también el 15 de septiembre, y en esta fecha ni siquiera se celebra nada. Este día fue designado como “festivo” por el ex presidente de México Porfirio Díaz, porque era su cumpleaños y quería que también se festejara.
Otros  ejemplos son  el Día del “trabajo”, que en si es una contradicción, porque en lugar de asistir a nuestras labores diarias como se supondría, haciéndole honor al nombre de la festividad, pasa todo lo contrario, se suspenden los labores. O el Día de Muertos, que cada noviembre nos quitan dos días de trabajo, yo no entiendo porque se necesita tanto tiempo de descanso para recordar a nuestros seres queridos que ya no están con nosotros. Hay gente que ni siquiera va al panteón en estos días, y hoy en día el número de personas que coloca altares en sus casas es cada vez menos que en años anteriores.
El Día de las madres, esta festividad que nos permiten estar cerca de nuestros seres más queridos, si son importantes pero deberían ser como en otros países que no hay un día determinado para festejarlos, sino  que son asignados el segundo domingo de cada mayo para festejarlo.
Con esto quiero llegar a que nos estamos mal acostumbrando, cada vez nos hacemos más y más flojos, y nos estamos haciendo conformistas. Mientras  podríamos aprovechar ese tiempo libre para trabajar o ira a la escuela, en cambio lo desperdiciamos en cosas triviales y de las cuales no podemos sacas provecho alguno.
Este tipo de actos hace que el país no avance, México  necesita gente trabajadora, preparada, dispuesta, sobretodo en estos tiempos de crisis y tan difíciles que estamos viviendo, tenemos que concentrarnos en lo que verdaderamente es importante, porque solo nos quejamos, pero no hacemos nada para mejorar nuestra situación, la gente que más se queja es la que mas festeja.
No solo las tradiciones no nos permiten avanzar, también algunas actitudes y costumbres que hacen que nos cerremos a nuevas y mejores ideas.
Los mexicanos somos muy conservadores con respecto a nuestra forma de pensar, como por ejemplo, las mujeres nos quejamos del machismo, pero, somos las primeras en fomentarlo. Creemos que nosotras somos las únicas que  podemos dedicarnos  al hogar, que tenemos que atender a l marido y a los hijos.
Criamos a nuestros hijos con la leyenda de que “los hombres no lloran“, y  cosas por el estilo, pero al último nos quejamos de su insensibilidad, de que no nos ayudan en nada o que son unos inútiles.
 El machismo llega a tal grado de que hay hombres que piensan que si una mujer usa minifalda es sinónimo de que se dedica a la vida galante o que es una cualquiera.
También los deportes nos hacen perder el control, el football por ejemplo,  la mayor parte de la población nombra a este deporte como su preferido, cada domingo no hay quien se pierda algún partido de su equipo favorito, o al más querido de toda la nación, el de la selección mexicana, mejor conocido como “el tri”, yo no tengo nada en contra de este deporte, no me apasiona pero tampoco lo odio, pero esta es una simple excusa para salirte de tus actividades cotidianas y dejar todo a un lado, sea que haya ganado o perdido el equipo al cual se va a apoyar la gente festeja, y derrocha dinero en este tipo de eventos.
Otro obstáculo muy importante es la religión. La mayoría de los mexicanos somos católicos y esta religión es conocida por ser un poco conservadora.
Mucha gente cree que porque algunas cosas no están escritas en la biblia o no las aprueba  un sacerdote, no son validas y esta es una forma muy cerrada de pensar.
O por el otro lado la gente espera que con que sucedan milagros para arreglar sus problemas, rezen tantas veces como pueden  a todos los santos que conozcan, pero no hacen nada por arreglar sus problemas por si solos, esperan que tan solo con rezar se solucionaran todas sus penas. No estoy en contra de esta religión, o de que la gente rece, simplemente creo que los hechos valen más que las palabras.
Una costumbre que no me gusta de nuestra sociedad es que estamos en todo, menos en lo que es verdaderamente importante, un ejemplo de esto es lo sucedido con el programa británico Top Gear que hicieron comentarios acerca de nuestra cultura,  o el comentario que hizo el cantante Tiziano Ferro hacia las mujeres de nuestro país. En lugar de omitir estos comentarios, en lugar de hacer caso omiso a estas personas, ¡no! hacemos todo lo contrario, hacemos un drama, nos quejamos, los demandan, y nosotros quedamos peor  por no saber aguantarnos, aparte aquí en nuestro país hay violencia, narcotráfico, desempleo y muchas otras cosas más importantes que necesitan de nuestra atención más que un grupo de tontos que solo hablan para llamar la atención.
Otro aspecto que me molesta un poco de nosotros es que no creemos en nosotros mismos, no confiamos en las capacidades que tenemos, lo mejor siempre tiene que venir del extranjero, porque si es mexicano no lo consumimos o es chafa como coloquialmente suele  llamarse a algo que carece de calidad. Y eso es muy decepcionante ya que aquí en México existe gente con propuestas nuevas e ideas frescas, pero que son pocos los que las escuchan y los que en verdad se interesan por ellas. Gracias a esta forma de pensar,  la gente se pierde de conocer  cosas nuevas que nos pueden servir para mejorar.
Somos gente que se apega mucho a las cosas, no las podemos dejar tan fácilmente, no nos podemos desprender de ellas y eso no siempre es bueno, porque siempre hay que tener mente abierta a las cosas nuevas, hay que arriesgarnos un poco.
Por otro lado nuestras costumbres y tradiciones sean  buenas o malas nos permiten identificarnos como mexicanos.  Nos dan una identidad y fomentan nuestra convivencia. Porque aceptemos que México tiene un lindo folclore: su música, sus colores, la comida, la gente tan cálida y los diferentes ecosistemas  son únicos. Muchos otros países matarían por tener lo que nosotros poseemos, solo que a veces los mexicanos no sabemos aprovecharlo.
Algo que me agrada es que la familia sea tan importante en nuestra cultura ya que como dicen, es lo único que tenemos seguro en esta vida y tenerlos cerca es mucho mejor, a muchas otras culturas no les interesa y  a veces la dejan a un lado, pero nosotros tratamos de mantener el contacto y una buena relación con ella.
Las tradiciones tampoco son tan malas, después de todo, tener puentes de vez en cuando fomenta el turismo y se refleja en la economía del país.
Lo importante de todo esto es mantener un equilibrio. La idea de recordar las fechas festivas e importantes para el país me parece una idea perfecta, ya que fomenta el patriotismo en la gente, pero desviarnos de la idea de conmemorar algún acontecimiento  importante a festejar sin siquiera saber el porqué, es otra cosa.
Yo creo que sería una buena idea que en las escuelas no suspendieran las clases, sino solo hacer homenajes,  recordar las fechas importantes y seguir con las actividades normales.
O en los días de la Independencia, en lugar de darnos los días libres deberíamos tener nuestras labores normales y ya en la tarde festejar el grito en nuestras casas, con nuestros amigos  o en cualquier otro lugar, pero sin quitarnos días de trabajo, porque no creo que sea necesario festejar el grito de Independencia desde que amanece hasta que anochece.
A algunas personas estas opiniones que estoy dando les parecerán absurdas, pensaran que estoy loca, ¿Quién no quiere tener días libres?, todos necesitamos descansar,  pero sinceramente yo estoy pensando a largo plazo, en mi futuro, me preocupa mi país,  porque si de verdad queremos ser una mejor nación  tenemos que hacer esfuerzos grandes como estos,  dejar la flojera a un lado y llenarnos de voluntad para que en un futuro nuestros hijos y  nosotros  mismos podamos vivir en un mejor ambiente,  estar mejor preparados.  La situación en nuestro país no está como para  que nosotros nos lo estemos tomando a la ligera, deberíamos preocuparnos, sobretodo nosotros los jóvenes estudiantes de preparatoria, que en un futuro empezaremos una  carrera de nuestra elección y  después tendremos que conseguir un trabajo, ya  en estos días no es fácil encontrarse uno.
Con estas palabras trato de hacer reflexionar a la gente acerca de nuestros actos y tratar de persuadirla a que no todo tiene que ser fiesta, siempre hay un momento para todo, y es momento de abrir los ojos y ponernos las pilas para trabajar y salir adelante, es momento de ayudarnos, porque México está viviendo  tiempos difíciles y todos necesitamos apoyo.
Por último citando a René Gueñon, “La cadena de la tradición se rompe con la época moderna,  en la que se pierde la tradición verdadera y solo persisten costumbres que no permiten a ninguna realidad trascendente”.




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